18 ene 2008

Presentaciones del MTM

2000
15 de Abril Presentación del Museo Taurino Mexicano en el Salón del Toro del 15 al 20 de abril en Arles, Francia con una exposición de mas de 250 artículos como son cabezas de toro, trajes de luces, capotes de paseo, capotes de brega, pinturas, carteles entre otros. Cabe mencionar que fue visitado el museo por el alcalde de la ciudad de Arles, Francia.

Ficha: La Provence Martes 18 Abril

“UN MUSEE A MÉXICO POUR
DEFENDRE LA CULTURE TAURINE”

“Diego Carmona Ortega viajo a Arles, procedente
de México con aproximadas 300 piezas del
Museo Taurino Mexicano”

“El Museo Taurino Mexicano compuesto por
2000 piezas como 1000 carteles. 100 cabezas
de toro disecadas entre otros “


El C.P. Diego Carmona O. en la presentación
Del Museo Taurino Mexicano en Arles, 2000


Plaza de toros de Arles, Francia 2000.

2000



27 de Enero Presentación del Museo Taurino Mexicano en la LIII Asamblea de Criadores de Toros de Lidia del 27 al 30 de enero, invitados por la ANCTL Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia en la ciudad de Morelia, Mich.



1999




Presentación del Museo Taurino Mexicano en IBERTORO 99 en la capital española dentro del Parque Ferial Juan Carlos I de Madrid , en la que destaca la visita de la Infanta Doña Elena y la Madre Reyna Ma. Victoria de las Mercedes (q.e.p.d.).




Ficha: ABC 10 de Dic 99



"La Infanta Doña Elena Inaugura Ibertoro y Ecumad 99








Presentacion y recorrido en el recinto del MTM en Ibertoro y Ecumad 99



1997



Presentación del Museo Taurino Mexicano en la I Feria Mundial del Toro Bravo en Sevilla, España. Siendo esta su primera y exitosa presentación fuera de México de la que se derivarían otras presentaciones a nivel internacional.









C.P. DIEGO CARMONA O. EN SU PRIMER PRESENTACIÓN
INTERNACIONAL DEL MUSEO TAURINO MEXICANO









ENTREVISTA REALIZADA AL
C.P. DIEGO CARMONA O. POR
ECO, TELEVISA ESPAÑA.









C.P. DIEGO CARMONA O. EN EL ESTAND DE ARTESANIA TAURINA MEXICANA EN LA I FERIA MUNDIAL DEL TORO EN SEVILLA.




1996



Presentación del Museo Taurino Mexicano en la Plaza de Toros “Antonio Velázquez” con motivo del aniversario luctuoso del matador de toros Fermín Espinosa “Armillita Chico” contando con la presencia de sus hijos los matadores Fermín Espinosa y Miguel Espinosa.



NARRATIVA Y RECORRIDO CON EL MATADOR DE TOROS MIGUEL ESPINOSA


RECORRIDO CON LA SRA. NIEVES VDA. DE ESPINOSA


1995



7 de Septiembre Inauguración del Museo Taurino Mexicano dentro del serial de corridas de toros denominadas “El Renacer de la Esperanza” realizadas en el lienzo charro “Javier Rojo Gómez” en donde estuvo expuesto durante mas de 10 festejos y en donde cada festejo asistían en promedio 6,000 personas. Inauguración del Museo Taurino por el Lic. Pablo Rivera A. en representación del C.P. Ramon Aguierre ex Regente de la Ciudad de México.






Exposición del Museo Taurino en el Lienzo Charro Javier Rojo Gomez



1994



Feria Nacional del Caballo Texcoco Presentación del Museo Taurino Mexicano en el centro comercial de Texcoco durante el todo el mes de Abril, que abarco toda la feria en donde acudieron mas de 7,000 personas.

1994



Presentación del Museo Taurino Mexicano en la ciudad de Orizaba, Ver. el 8 de Octubre en el Restaurant Romanchu de esta ciudad, presentando carteles de la inauguración de la Plaza de Toros La Concordia, pinturas y carteles de las figuras que se han hecho y venido a México desde hace 100 a&os en la epoca de Ponciano Diaz entre otros.


Ficha: eL Sol de Orizaba 7 de octubre 1994



“UN ÉXITO LA EXPOSICIÓN TAURINA DEL ORIZABEÑO DIEGO CARMONA”.

15 ene 2008

El Cartel Taurino

El cartel es un documento impreso que se convierte en un previo del espectáculo taurino, ilustrado con pinturas, fotografías o grabados, dando a conocer importantes datos de la corrida, tomando como punto central el nombre del torero de fama o el gran encierro a lidiarse.
Cabe preguntarnos por el concepto de cartel que se tiene a través de la historia; que es lo que se entiende por cartel, a lo largo de siglos precedentes, teniendo en cuenta una evolución estilística y unos antecedentes históricos que nos van a permitir llegar a un mejor conocimiento del cartel taurino.
Para ello, nada mejor que asomarnos a las definiciones que da el Diccionarios de la Lengua Castellana o Española de 1611; dice así: <>; la otra acepción mas poética que otra cosa, dice lo siguiente: <>.
Por tanto, en su concepto de cartel ya empieza desde el siglo XVII a tener connotaciones de diversión, y es en 1737 cuando surgen en España los carteles anunciadores de toros, y es en la Nueva España hasta 1769 que se publican los primeros avisos; pero no es sino hasta 1815 cuando adquieren la formalidad de carteles.
Durante la última década del siglo, el cartel litográfico desbanca por completo al anuncio tipográfico por su inmovilidad e inexpresiva añadidura de viñetas y orlas ornamentales que se han quedado desfasadas. Surgen por ello varios establecimientos litográficos que se consagran a la estampación de carteles en colores; tres de las principales casas las encontramos en Zaragoza (Portabella) y Valencia (Mirabet y Ortega).
Con los primeros años del siglo XX llegan los grandes pintores dedicados profesionalmente a la practica del cartel de toros, entre ellos destacan Poy Dalmau, Alcaraz, Macias y Aracil, Sánchez-Gerona y a los integrantes de la llamada edad de oro del cartel taurino: Porset, Bermejo, Ruano Llopis y Roberto Domingo. De este ultimo fue decisiva su presencia, avecindado en México, que hizo escuela y su legado es de un valor incuestionable en lo que se refiere a su obra cartelista. Entre sus alumnos destacados encontramos a Antonio Navarrete, cabe destacar que dentro del catalogo de los pintores cuyo trabajo es imprescindible para ilustrar un cartel taurino encontramos a Pancho Flores.
Hemos de señalar la dificultad que entraña todo intento de periodizacion y evolución de un género como es el cartelistico, que si en lo tocante al comercio existen elementos comparativos, en el taurino apenas contamos con ellos. El cartel taurino es pues testimonio histórico que nos permite acercarnos anticipadamente a la corrida venidera, pero también es una evocación del pasado que no sólo se limita a informar quienes participaron en tal o cual evento, sino que permanece como evidencia de las hazañas y cúmulo de las añoranzas para los amantes de la fiesta brava.

Desde el Tendido y en el Ruedo "La Mujer y el Toreo"



Cristina Sanchez

Desde el tendido
En las plazas de toros, el tendido es la zona donde está el público, comienza en la barrera y termina en la zona de gradas. Es en este espacio donde las mujeres han lucido objetos relacionados con los textiles taurinos como madroñeras, mantillas y mantones.

La mantilla se considera una prenda tradicional española. En Andalucía, a pesar del paso del tiempo y de las modas, sigue adornando a la mujer en las grandes ocasiones. La mantilla tiene su origen en la época de la dominación musulmana en España, que termina en 1492 después de ocho siglos, ya que la religión islámica exige a las mujeres que se velen el rostro. En el siglo XIX el uso de la mantilla se generaliza entre las damas elegantes y la Reina Isabel II la pone de moda.

Los mantones bordados tienen un origen oriental. Desde el siglo XVI hasta principios del siglo XIX existió un constante comercio marítimo entre España y Asia, pasando por México, con el Galeón de Acapulco o Nao de la China. Este galeón cargaba, en Manila y Filipinas, productos traídos de todo oriente, entre ellos los mantones, que llegan a España donde recibieron el nombre de mantones de Manila y pasaron a formar parte del atuendo de las mujeres. En los tendidos de la plaza, el colorido de los mantones se integra al de los capotes de paseo utilizados por los toreros.

En el ruedo
Cuando surge el toreo a pie y la aristocracia deja en manos del pueblo el protagonismo de la fiesta taurina, las mujeres son una parte activa del espectáculo. En 1910 una orden real prohíbe a la mujer torear en España. Al terminar la Guerra Civil, el General Francisco Franco reafirmó la prohibición, que continuaría hasta 1975. En cambio, la mujer era libre de jugarse la vida en los ruedos de México y de Hispanoamérica.


Encontramos toreras tanto en la modalidad del toreo a caballo como a pie. La presencia de matadoras y el surgimiento de nuevos talentos femeninos en esta profesión, tanto en México como en España, prueba que la figura femenina es una realidad en el ambiente taurino logrando salvar las barreras de la superstición y la desigualdad.


Cristina Sánchez (1972-), matadora de toros española en retiro, dijo:


"La fuerza no tiene nada que ver con esta profesión. Todo el mundo está equivocado, creen que la agresividad del toro lo es todo y que necesitas mucha fuerza para enfrentarte con él, pero el toro es plasticidad, el toreo es arte. Nosotras tenemos la inteligencia para buscarle las mañas al toro. Le haces frente con la muleta y el capote, no con tu fuerza."


Estas mujeres se visten de seda, oro y plata para denotar su oficio. Gradas a su entrega, afición y caracterizadas por actitudes recias, fuerza de carácter y decisión, se han ganado un lugar en la fiesta de los toros.

La Cuadrilla y el Paseillo

Al marcar el reloj la hora programada para el festejo, los clarineros y timbaleros hacen sonar sus instrumentos anunciando el comienzo del espectáculo.


Los alguaciles salen a caballo y piden permiso para dar comienzo a la corrida. Reciben la llave de toriles espacio donde está el toro antes de salir a la plaza y se acercan a los toreros y subalternos, que aguardan en el patio de cuadrillas para iniciar el paseíllo. Los alguaciles se encargan de ejecutar las órdenes de la autoridad representada por el juez de plaza.


Se denomina cuadrilla al conjunto de lidiadores a pie y a caballo a las órdenes del matador. Está compuesta por matadores o espadas, subalternos, picadores y personal de la plaza. Los subalternos son los ayudantes del torero en el desarrollo de la lidia, entre los que se encuen­tran los banderilleros. El personal de la plaza lo conforman los monosabios y mulilleros.


La comitiva la encabezan los alguaciles montados a caballo. En segundo término aparecen los matadores. Los subalternos del primer espada ocupan la tercera posición en la fila; los del segundo y tercero, la cuarta y quinta respectivamente. Siguen puntilleros y picadores. Estos últimos tienen el oficio de domar y adiestrar caballos y picar con garrocha a los toros. Por último salen los monosabios que se encargan de auxiliar a los caballos y picadores y los mulilleros que son los responsables de las mulas que retiran al toro del ruedo.


Después de presentar sus saludos a la autoridad, los toreros cambian el capote de paseo por el de brega. Los alguaciles se dirigen nuevamente a la autoridad y queda disuelto el paseíllo. Entregan la llave al torilero despejan el ruedo y da comienzo el espectáculo.

La cuadrilla

El paseíllo inicial con el que comienza la corrida está reglamentado. La composición del desfile está dispuesta de la siguiente forma:
1. Alguacilillos
2. Espadas (por orden de antigüedad)
3. Cuadrillas de los espadas (por orden de antigüedad)
4. Picadores de espadas (por orden de antigüedad)
5. Monosabios y personal de la plaza.




Evolucion del Traje para Torear


Se puede decir que el traje de luces, tal y como lo conocernos en la actualidad, procede de los vestidos de torear de corte goyesco, que comenzaron a utilizarse con regularidad en la segunda mitad del siglo XVIII, fecha en que la corrida empezó a sentar las bases del espectáculo que es en la actualidad.

En el siglo XVI, el torero vestía de acuerdo con su jerarquía o profesión. Ya en el siglo XVII, se podían distinguir dos tipos de toreros, los espontáneos y los contratados, que uti­lizaban una banda de tafetán, considerada como el primer atuendo específico de su arte y por el que se calificaba a los diestros como toreros de banda. A principios del XVIII, se empezó a utilizar el ante o la gamuza para la confección de los trajes para torear.

El torero Joaquín Rodríguez "Costilla' es", en 1793, reclamó ante la Real Maestranza de Sevilla la incorporación de galones de plata al vestido del torero, corno lo utilizaban los pica­dores, posteriormente, incorporó al traje flecos, botones, bordadas y hombreras anchas.

Es a partir del siglo XIX que se confeccionan en raso de seda. En 1832 Francisco Mon­tes, "Paquiro", diseña el primer traje de luces con chaquetilla corta y amplias hombre­ras. Aumenta el tamaño de la montera, adopta los bordados de hilos de oro y plata, simulando hojas y flores en la chaquetilla y la taleguilla, que comenzó a ser ajustada a la pierna. En 1850 Francisco Arjona Herrera "Cúchares" y José Redondo Domínguez "Chi­clanero", introducen alamares y borlas, que embellecen el traje. Son estos tres toreros quienes se consideran los creadores del traje de luces que conocemos actualmente.

Además del traje de luces para corridas de toros y novilladas, el torero viste traje corto en los festivales. Traje que recibe este nombre porque la chaqueta, llega sólo hasta la cintura, el pantalón es de cintura alta y ceñido a las caderas. Se complementa con el sombrero de ala ancha o cordobés.

También, en ocasiones especiales, pueden utilizar el traje para torear conocido como goyesco y que recuerda el utilizado a principios del siglo XVIII. Los trajes se adornan con pasamanería azabache y se complementan con medias blancas.


El Rito de Vestirse

La tradición y el ritual disponen que sobre una silla se coloquen todos los componentes de la indumentaria para torear. En el asiento se dobla la taleguilla; sobre ésta la montera, el chaleco y la chaquetilla. en el respaldo de la silla, el capote de paseo, que deja ver sus bellos bordados en seda y lentejuelas doradas.

Un par de horas antes de la corrida, el torero comienza el rito de vestirse. Empieza su pasión en secreto, a puerta cerrada en compañía de sus más íntimos. El silencio se impone, como signo de reverencia y respeto, el torero se dispone a orar y para ello, despliega toda su creencia religiosa, en forma de estampas, reliquias y talismanes; imágenes de santos y vírgenes reciben sus plegarias y confortan su cuerpo y espíritu.

Para vestirse, primero se pone los leotardos y encima las medias de seda, derechas y estiradas. Posteriormente, la taleguilla y se ajustan los machos, los cuales se entrelazan amarrándolos fuertemente para que queden firmes. Enseguida la camisa, abotonando la parte superior de la taleguilla y sobre ésta la faja corta, que debe ser del mismo color de la corbata. El matador se sienta y le prenden el añadido. Al final se coloca el chaleco y la chaquetilla y en el momento de partir plaza, la montera. El torero se lía el capote de paseo y comienza el paseíllo.





El Toreo a Caballo

El toreo a caballo es la forma más antigua de lidiar las reses bravas. Desde los tiempos de El Cid hasta el de los nobles que conquistaron América se acostumbraba rejonear o lancear a los toros bravos a caballo por los campos. El arte del rejoneo alcanza su época de mayor gloria en el siglo XVII.

En el siglo XVIII empieza su declive ya que los nobles eran quienes tenían derecho a montar a caballo y abandonan esta práctica influenciados por los usos y costumbres de la corte de Versalles, traídos por Felipe V de Borbón (1700-1746), o por cortesía hacia el rey, que consideraba la fiesta taurina un espectáculo bárbaro y cruel. A mediados de ese siglo queda relegado a un segundo plano por el auge del toreo a pie.

Al rejoneo también se le llama el arte de Marialva, ya que a don Pedro de Alcántara y Meneses, cuarto Marqués de Marialva, en el siglo XVIII, se le tiene por iniciador de la equitación a la portuguesa y da nombre también al atuendo que se utiliza. Este traje igualmente se conoce como a la federica, moda imperante en tiempos de Federico II de Prusia. La lidia a caballo en Portugal es similar a la española, con la característica de que no se da muerte al toro en público desde 1928.
En España resurge el toreo a caballo con el cordobés Antonio Cañero en 1923 quien recupera la tradición del siglo XVII. Se presentó por primera vez como profesional vistiendo traje corto o campero con lo que se inicia una tradición que se ha mantenido hasta nuestros días, diferenciando así el atuendo con el del rejoneo portugués.

"Los Tiempos del Rejoneo"

Conchita Cintron

Pablo Hermoso de Mendoza